domingo

irse. Dormirse. Dormirse. Dormirse. Dorm




Se empiezan a descolgar .sin miedo a caer. todas las partes del cuerpo despierto.
La relajación es perpetua, acoge cada rincón de la materia y se concibe un estado de olvido corporal. Se extraña como quién se levanta de un sueño. .como este. El cuerpo, entonces es alma y mente.
Se levantan como fuentes de gran presión pero bajo riego, imágenes que prometen dar cabida en una nueva situación. .De mente o de vida. Debidamente se seleccionan y [.Leccionan?] empieza un fluir de momentos en donde todo es posible, el control no está en su mayor fuerza para poder manejar. Tremenda situación. Algunas escaleras que suben no bajan, puertas de vidrio, de papel y unos dos o tres caballos naciendo en la cima de la montaña azul.

Esas imágenes que antes parecían sin sentido ahora están guiñando el ojo, dejando ver la imagen en negativo. Se forma el momento y se muestra de suelo húmedo, con unos cuantos tambores que llevan el pulso de la situación. Al lado derecho una risa que no para, y otra que mira para atrás, del lado izquierdo un lobo que aúlla cada vez que sale la luna bajo los pies de la música.
El primer caballo sale a correr, se pierde en el punto del horizonte, allá donde se reúnen todos los misterios y se limita el orgullo.
Segundo caballo nace lento y sin problema. Yegua agradecida su madre quién no estará sola.
Tercer y último caballo.

Ha pasado un segundo. Memoria a corto plazo, tres nacimientos de un olvido.

Una pintura que se desangra y de sí rebosa el color de su vida. Suspendido, el cuerpo en el aire. Se depositan los escalones de la escalera que no permitía bajar en una cubeta de hielo. Se congela el tiempo y se hace imposible correr.
Historias cobran vida en la oscuridad, se oyen murmullos que respiran con desespero. El arco iris cayendo de la pintura se diluye en el olvido.

Abiertos los ojos con espacio para correr, los caballos son la certeza de poder escapar de la realidad, donde se es libre y los sueños son realidad.

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